Mastín del Pirineo
Estándar F.C.I. Nº 92 / 30. 08. 2002 / E
Origen: España
Publicación del estándar original válido: 26.05.1982
Utilización: Guardería y defensa. En el pasado se le utilizó como defensa contra las alimañas, en especial el lobo y el oso. Actualmente cumple a la perfección la tarea de guardián de haciendas y personas, siendo muy receptivo al adiestramiento.
Clasificación F.C.I.:
Grupo 2 Pinscher y Schnauzer - Molosoides – Perros tipo de Montaña y Boyeros suizos y otras razas.
Sección 2.2 - Molosoides - tipo montaña.
Sin prueba de trabajo.
Historia: Hasta hace muy poco, aproximadamente desde la fundación del Club del Mastín del Pirineo de España hacia el año 1977, eran muchos los que confundían este perro con el Mastín Español e incluso algunos lo consideraban como una variedad del Mastín Leonés, del Extremeño o Soriano (suponiendo que todos pertenecen a la misma raza: el Mastín Español). La independencia del Mastín del Pirineo como raza autóctona y definida ha quedado ya fuera de toda duda.
La hipótesis más extendida es la que sustenta que los fenicios, en el curso de sus viajes comerciales, introdujeron en España por vía marítima mastines procedentes probablemente de Siria o de la India. Así pues, estos perros, introducidos en España por los fenicios, habrían dado origen a las diversas razas de perros de guarda ibéricas: Mastín Español, Rafeiro do Alentejo, Mastín de la Sierra de la Estrella y Mastín del Pirineo.
El Mastín del Pirineo es un perro de gran talla que tradicionalmente guardaba los rebaños navarros y aragoneses durante la trashumancia. Durante siglos fue el fiel acompañante de los pastores que recorrían los valles pirenaicos y bajaban hasta el Maestrazgo. Este animal mató y murió junto a pastores defendiendo las reses y las propiedades de sus amos.
A finales de la Guerra Civil la raza autóctona pirenaica inició su declive, eran tiempos de estrechez económica y mantener un animal de gran tamaño se había convertido en un lujo que en ese momento poca gente podía permitirse. Por esta razón, el mastín pirenaico sufrió una grave pérdida de su patrimonio genético disminuyendo hasta casi desaparecer como raza pura. A mediados de los años setenta un pequeño grupo de apasionados inició la difícil labor de recuperación partiendo de ejemplares localizados en el campo que todavía mantenían las características del animal.
El Club del Mastín del Pirineo de España fundado en 1977 marca las directrices y los estándares de la raza. Gracias a esta labor de recuperación el mastín del Pirineo goza en la actualidad de una excelente salud. Hoy es conocido y respetado internacionalmente, existen clubes en Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, Italia, Francia, Portugal, República Checa y Estados Unidos.
El impresionante aspecto y carácter del perro hacen que esta raza autóctona pirenaica sea cada vez más apreciada internacionalmente y tenga un crecimiento constante en los países en que se está introduciendo.
Los mastines, como grandes molosos protectores de los rebaños, siempre han sido reconocidos más por su funcionalidad que por su morfología. En realidad, hasta entrados los primeros años del presente siglo no se prestó interés al aspecto físico de estos utilísimos perros.
Los mastines pirenaicos se presentaron en certámenes de belleza por primera vez en 1890 en Madrid. Los perros César, Platón y Sahara fueron los primeros destinados a competir con las restantes razas caninas.